Sunday, September 19, 2010

El hombre de Sánchez



Alberto Delgado, el Hombre de Masinicú* y uno de los agentes más célebres de la Contrainteligencia cubana, fue captado por la Seguridad del Estado en la ciudad de Morón, provincia de Ciego de Ávila


Luis Raúl Vázquez Muñoz
digital@juventudrebelde.cu


MORÓN, Ciego de Ávila.— Antes de descolgar el teléfono, miró a los lados. Una vez más revisó con rapidez los alrededores para verificar si alguien lo seguía. Lo hizo en un gesto sencillo, sin aspaviento alguno, como el de alguien que deseaba ubicarse en un lugar desconocido; aunque no lo era.

El pavimento de la Avenida Tarafa —la calle ancha que abre la entrada de Morón— se volvía más oscuro en invierno. Siempre ocurría así cuando hacía un poco de frío y aquel 3 de febrero de 1964 debió sentirse algún aire helado. Los autos se entrecruzaban con los camiones y unas pocas bicicletas se deslizaban por los costados de la vía.

Sin embargo, el hombre apenas las observó. Su interés estaba en otra parte. Sus ropas aún guardaban el olor a manigua y muerte. Era como algo persistente, una alerta constante que se unía con el agotamiento de las marchas por el monte. En su mente, el timbre del teléfono debió mezclarse con las detonaciones recientes de los disparos y las maldiciones de los bandidos. La angustia era inevitable. Sentir, por ejemplo, el martilleo seco del FAL, no poder hacer nada, solo huir y pensar que una bala podía romperle el pecho y dejarlo tirado en la hierba con ese maldito sabor a sangre en la boca. Una bala que no era para él, y ahí se hallaba la ironía. Una ironía triste y contradictoria. Pero posible.

Una voz lo sacó de su mutismo. «¿Oigo?», escuchó en el auricular y sonrió. «¿Cómo tú estás? —preguntó—, ¿qué están haciendo?», y no pudo evitarlo. El tono de broma se deslizó en cada palabra. Al otro lado de la línea, en la ciudad de Sancti Spíritus, Erasmo Hernández Santander tuvo un sobresalto. «¡Alberto! —gritó—… Oye, ¿dónde estás metido?». «Estoy aquí en Morón, en el hotel Perla».

Erasmo empezó a rumiar por dentro: «¿En Morón?... ¿Qué rayos haces en Morón, mi’jito?, ¿cómo llegaste ahí?» Dijo: «¿Tú estás bien?». «Sí, no hay problemas —respondió Alberto—. Oye, estoy aquí con un amigo, y necesito que Sánchez prepare el camión. Sí… Dile que sus amigos están conmigo. Bien, nos vemos».

Al colgar, observó de nuevo la Avenida Tarafa. Los autos y los camiones se acercaban al crucero de la Terminal de Trenes. Daban la impresión de que pronto se amontonarían por el paso algo caótico y lento con que cruzaban la línea del ferrocarril. Hacía más de un año que no veía ese paisaje, una escena que lo llenaba de cierta nostalgia; aunque enseguida apartó la vista. La Operación Trasbordo había comenzado.
El niño Ávila

Morón no era un simple lugar en la vida de Alberto Delgado, el célebre agente que la Seguridad del Estado ubicó en Finca Masinicú. Las versiones más públicas de la historia señalan que su labor con la G-2 —como se conocía a la Seguridad— se inició en La Habana al infiltrarse en una red de colaboradores de bandidos. Sin embargo las evidencias recogidas entre antiguos compañeros y amigos apuntan que su vínculo con el trabajo secreto y en especial con Ciego de Ávila fue mucho más largo y profundo.

«Lo captamos para la Contrainteligencia Militar (CIM) mucho antes de la invasión de Playa Girón», aseguró Carlos Garcell Delgado, quien dirigió desde finales de 1959 hasta mediados de la década de 1960 el contraespionaje en el antiguo término municipal de Morón.

Semanas antes de fallecer en abril de 2010, Carlos Garcell reveló detalles del reclutamiento. La captación ocurrió durante una aparente visita de rutina al cuartel del poblado de Tamarindo, en el municipio avileño de Florencia, donde Alberto se encontraba.

Los dos se conocían, pues pertenecieron a la misma columna del Ejército Rebelde, la número 11 Cándido González, que operó en el norte de Ciego de Ávila. Por lo que para todo el mundo —incluso para el ayudante de Garcell— el diálogo tuvo los aires de un saludo de viejos conocidos.

De acuerdo con la versión del Niño Ávila —como los más íntimos llamaban a Garcell—, después del reclutamiento no tuvo mayores contactos para sus asuntos confidenciales con su amigo, salvo en tres ocasiones. La tercera fue cuando se enteró de su muerte. La primera, al recibir la indicación de que un grupo de expedientes de agentes de la CIM debían pasar a la Seguridad del Estado. El de Alberto era uno de ellos. En cambio, la segunda oportunidad fue la más impactante.

Ocurrió al filo del mediodía. Sintió unos toques en la puerta de su oficina y al abrir Alberto Delgado entró con apuro: «¿Y qué tú haces aquí?», exclamó el oficial cerrando la puerta. «Necesito un camión», le respondió. «¿Un qué?...». Alberto encogió los hombros. «Un camión, eso: cuatro ruedas, un chasis, una cabina y una cama: un camión». Entre el asombro y la risa, Garcell cruzó los brazos: «¿Para qué quieres un camión?».

Entonces oyó la noticia. En la zona de Trilladeras, entre los poblados de Majagua y Jatibonico, Alberto tenía oculta a la banda de Alfredo Amarantes Borges Rodríguez (Maro), uno de los principales cabecillas contrarrevolucionarios del Escambray.

Le dijo que como parte de un plan de la Seguridad debía sacar a los bandidos por la costa de Punta Alegre, al norte de Ciego de Ávila, para luego capturarlos en un barco cubano con apariencia de ser una nave de guerra de los Estados Unidos.

Sin embargo, todo se trastocó por la desconfianza de Maro Borges, que obligó a Alberto a marchar con ellos a campo traviesa desde su escondite hasta Trilladeras y no desde Finca Masinicú, como se previó al inicio. Ahora hacía falta un camión. Garcell miró a su amigo con resignación. Suspiró hondo y dijo: «Tú estás loco, Alberto Delgado».
Las sorpresas

Colgó y enseguida sintió los cielos abiertos. Pero solo fue un segundo. Enseguida las preocupaciones aparecieron en el cuerpo de Erasmo Hernández Santander mientras marcaba un número de teléfono, el de Luis Felipe Denis, el jefe del Buró de Lucha contra Bandas Armadas, de la Seguridad en Las Villas.

En 1964 Hernández era el responsable del sector F de la Seguridad del Estado, área que cubría la ciudad de Trinidad y Finca Masinicú. Cuando Alberto avisó que Maro Borges quería verlo, el alto mando del Ministerio del Interior supo que se había dado el primer paso de la Operación Trasbordo. Sin embargo, un contratiempo apareció enseguida.

«Alberto desapareció —contó Erasmo—. Por ninguna parte aparecía su rastro ni el de la banda de Maro Borges, y hasta pensamos que lo habían matado cuando sonó el teléfono y sentimos el tono jocoso de él. Fue una inquietud muy grande».

Para Morón se despachó un camión conducido por el combatiente Efraín Acosta Filgueira (Aguada). Sin embargo, Carlos Garcell no fue el único sorprendido en Morón. Porque al parecer Alberto Delgado intentó desarrollar su propia idea al verse solo, sin contacto con Erasmo Hernández ni con Longino Pérez Díaz —el oficial que lo atendía directamente en Trinidad— y con el peligro de que el plan se fuera abajo por el detalle más mínimo. Todo indica que su intención, en un primer momento, fue llevarse la banda de Maro Borges hacia la loma de Cunagua, en el actual municipio avileño de Bolivia.

«Vino a verme a mi casa y conversamos en el portal. Me dijo que tenía una banda en las afueras de Morón y que necesitaba un camión para mover a los bandidos a la loma de Cunagua», contó Gonzalo Santana Pérez (Macho), entonces oficial de la CIM y vecino de Alberto en el reparto de Bella Vista.

Macho Santana no concebía a Delgado inmerso en el trabajo secreto, debido a su carácter explosivo. Por lo que dio la indicación que le pareció más cuerda. Señaló los muros del cuartel con su puerta trasera, que se veía al cruzar la calle, e indicó: «Alberto, no te pongas bravo; pero vete a ver a Garcell».
El golpe que nunca llegó

Maro Borges envió a un hombre con Alberto Delgado. Por eso la osadía fue inmensa y más grande aún la suerte de no ser descubierto. Cómo el agente pudo desprenderse del acompañante en el hotel Perla del Norte e internarse en el cuartel a plena luz del día sin ser descubierto es algo que hoy pertenece al mundo de las especulaciones.

Aunque adentrarse en el recinto y moverse por el barrio de Bella Vista con encomiendas secretas no era algo nuevo para el Hombre de Masinicú. Lo hizo antes, a principios de 1961, cuando la Seguridad del Estado desarticuló en Morón uno de los planes grandes de la CIA en la actual provincia de Ciego de Ávila.

La idea era apoyar el ataque mercenario por Playa Girón con un levantamiento de bandas armadas, semejante al Escambray, pero en el antiguo territorio guerrillero de la lucha contra Batista del Frente Norte de Las Villas. El centro de los preparativos estaba en la ciudad avileña y los ejecutaba el Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR), una organización compuesta por antiguos opositores a la dictadura y ahora molestos con las medidas sociales de la Revolución.

«El enemigo mostró un interés grande en captar hombres con experiencia de guerra —explica José Luis Rodríguez Serrano, uno de los oficiales que dirigió el trabajo de la Seguridad en Morón—. Por eso Alberto Delgado tuvo que ser de su interés, él pasarnos información y nosotros darle instrucciones de cómo penetrar y darle seguimiento a los contrarrrevolucionarios».

En verdad lo hizo. A Erasmo Hernández Santander, Alberto le confesó que cuando vivía en Morón un individuo lo tanteó para fines conspirativos contra la Revolución meses antes de Playa Girón. Los datos se pasaron al momento; pero el vínculo con la Seguridad fue mayor. Norman Gutiérrez Pereira, ex oficial de la G-2 en Morón, asegura que Alberto Delgado integró la red atendida por él y que siguió los pasos de integrantes del MRR por el extremo sur de la ciudad.

«Por Bella Vista —explica Norman— vivían varios contrarrevolucionarios y Alberto Delgado fue una de las personas que participó en el seguimiento de aquellos. Varias veces a la semana lo veía en un barcito que estaba próximo al monumento del Gallo de Morón. Allí trabajaba Joseíto, un amigo de él».

El seguimiento con el apoyo de la población fue tan grande, y el trabajo de infiltración llegó a ser tan profundo, que las armas robadas en diferentes cuarteles del país eran en verdad fusiles puestos al alcance de la mano de los conspiradores por agentes de la CIM y la G-2. Lo sorprendente del caso es que todo se hizo en apenas seis meses y cuando la Seguridad no tenía apenas un vehículo en qué moverse.

Todo lo hicieron con el apoyo del pueblo y con una red de vigilancia tan densa, que en los últimos días ningún sospechoso se movió sin saberse la hora y el minuto en que salió del lugar donde estaba. A finales de marzo de 1961 el plan de la CIA se desplomó cuando la casi totalidad de los miembros del MRR fueron hechos prisioneros.

Sin embargo, las detenciones fueron más allá. En los alrededores del poblado de La Vallita, en la provincia de Camagüey, se ocultaban dos agentes de la CIA. Eran los coordinadores del alzamiento, y pensaban tener los hilos bien seguros después de tantos días de trabajo cuando se vieron rodeados por un pelotón de soldados. No tuvieron tiempo a nada. Ni siquiera para destruir las claves secretas con las que se comunicaban llenos de ilusiones con los Estados Unidos.
La resignación

Alberto Delgado fue captado por la Seguridad del Estado en Morón el 1ro. de febrero de 1962. O al menos así consta en la planilla de incorporación, cuya fotocopia se encuentra en el Museo de Lucha Contra Bandidos (LCB) en Trinidad. Sin embargo, es muy probable que el verdadero reclutamiento y los preparativos para la infiltración se hubieran iniciado desde mucho antes.

Según los documentos del Museo de LCB, en 1961 Delgado era un militar en trámites de licenciamiento. Quizá la dolencia de ataques epilépticos fuera uno de los motivos importantes para la desmovilización. El caso es que por esa fecha debió viajar con frecuencia a La Habana y quedarse en casa de su hermana mayor. Así se inició la leyenda de Masinicú.

Onofre Vera Mesa fue testigo involuntario de ese comienzo. Vera es oriundo de Morón y vecino de cuando Alberto vivía en la casa No. 55 de la calle 3ra., en el Reparto Bella Vista. Luego se mudó a La Habana, y aún hoy recuerda bien el final de aquel paseo, cerca de la medianoche de un domingo, después que él y su esposa, Olaida López, terminaron de ver una película en el cine. Llegaron al vestíbulo del edificio y allí se encontraron con Alberto y su esposa, Tomasa del Pino. Se veían cansados, tenían rostro de tragedia y los maletines estaban en el piso.

«Me pidió un espacio para dormir, porque había discutido con su cuñado y no tenía donde quedarse en La Habana —contó Onofre—. El hombre le había sacado en cara que Alberto había arriesgado su vida por la Revolución y ahora no tenía nada. El enfrentamiento fue grande y ellos se fueron de la casa. Mi esposa y yo preparamos el cuarto de las niñas y allí se quedaron».

Algunos días después vio cómo Alberto llegaba con dos hombres, quienes saludaban con amabilidad y sin pronunciar mayores palabras se encerraban durante horas en el cuarto con su amigo. Así ocurrió en lo sucesivo, y siempre por las mañanas, cuando Onofre era la única persona que estaba en el apartamento.

Nunca le preguntó a Delgado quiénes eran ni qué hablaron, y solo conoció parte del secreto dos años después, cuando uno de ellos pidió su ayuda para proteger a Tomasa, después del asesinato de Alberto. Su nombre era Felipe García Casanova, lo llamaban Freddy y tenía un aspecto de paisano tranquilo. Sin embargo, contra toda apariencia, aquel visitante era el jefe del Buró de Lucha contra Bandas Armadas, de la Seguridad del Estado en La Habana.

Semanas más tarde, cuando las visitas ya se habían convertido en una discreta rutina, Alberto Delgado recogió sus pertenencias. «Me voy para casa de mi hermana», informó sin otros detalles. Aunque había más. El cuñado era dueño de un puesto de fritas en Marianao. Cuando lo vio aparecer se mantuvo a la expectativa. Alberto se detuvo en medio del humo que salía de los calderos hirviendo. El olor de las especias inundaba el aire junto con el ruido de los autos en la calzada.

Delgado apretó los labios en un gesto de resignación. «Es verdad —dijo—. Tú tienes razón, esto no sirve y yo me la jugué por gusto». El cuñado sonrió triunfante, y nadie lo imaginó en ese justo segundo. Había comenzado la leyenda de Masinicú.

(*) El nombre real es Masinicú, el cual en la vida real nunca ostentó la «i» intermedia usada por razones poéticas en la película del director Manuel Pérez.

El hombre de Maisinicú

(Silvio Rodríguez)

El hombre llena una copa ancha,

aunque no cabe el peso de su extraña gracia,

y brinda por la muerte de su abril.

Después se sube a un sitio inexpugnable

y canta un canto que suena agradable,

mientras por dentro vuelve a maldecir.

El hombre niega de su rica tierra,

es su propio enemigo en esta nueva guerra:

el hombre vio su rostro sucumbir.

Que se abra bien la casa de la historia,

que se revise el trono de la gloria

porque un hombre sin rostro va a morir.

¡Oh, qué sensación,

no tener rostro y contemplar el mundo

con ojos tan profundos

como con ojos de guardián del sol!

¡Oh, qué sensación,

no tener rostro al enfrentar la muerte,

correr la doble suerte

de rastreadores y de perseguidos,

teniendo tanto de estrella, escondido!

Cuánto millón de rostros no tendrá

el que nos regaló la claridad.

Niños de Las Tunas disfrutan de carnaval infantil


Por José Armando Fernández Salazar

Las Tunas, (AIN) Atractivas propuestas culturales amenizan hoy el carnaval infantil Las Tunas 2010, en distintas áreas de esta ciudad cubana, ubicada a 690 kilómetros al este de La Habana.

Como parte de los festejos, ayer tuvo lugar una fiesta de disfraces, convocada con el objetivo de incorporar al desfile de este domingo, un bloque especial de niños, al que se sumarán además payasos, congas, comparsas y artistas de un nuevo proyecto de teatro callejero.

La Comisión Organizadora del carnaval habilitó cuatro áreas al aire libre, en las que, además de la venta de refrescos y confituras, se ofrecerán funciones de teatro y conciertos por artistas del patio e invitados.

Entre estos últimos sobresalen por su aceptación en el público de Las Tunas, La Colmenita de Moa (provincia de Holguín) y los Originalitos de Manzanillo (Granma), quienes actuarán en la sala polivalente Leonardo Mckenzie Grant.

Durante la concepción previa del carnaval infantil de este año, artistas, especialistas y directivos coincidieron en señalar la necesidad de convertirlo en un espacio acorde con el mundo imaginario de los pequeños, lo que ya se aprecia en la ambientación de las áreas recreativas.

El doctor Osvaldo Pérez Vega, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, declaró a la prensa que este festejo se realizará con absoluto apego a las tradiciones del territorio y como preámbulo al carnaval 2010, que se desarrollará del 23 al 26 del actual mes.

El oficio olvidado de Enrique Serpa






El padre del relato Aletas de tiburón, cuya presencia es ineludible en numerosas antologías de cuentos, y Contrabando, considerada un clásico de la novelística cubana, fue también un admirable periodista



Edel Lima Sarmiento
edel@juventudrebelde.cu

Como ocurre con otros escritores cubanos del pasado, de Enrique Serpa —uno de esos hombres nacidos con el siglo XX— se escucha hablar muy poco entre nosotros. Tristemente, a veces se le recuerda más por el detalle de que uno de sus cuentos, La aguja, parece haber inspirado a Hemingway para escribir la célebre novela El viejo y el mar, que por el valor y los atractivos reales de su obra.

Pero el padre de hijos como Aletas de tiburón, cuya presencia es ineludible por su calidad literaria en numerosas antologías de cuentos, y Contrabando, considerada un clásico de la novelística cubana, fue también un admirable periodista. Es ese su oficio olvidado, el que opacado por el de narrador y preterido por las celadas del tiempo, sigue siendo terreno por explorar para investigadores, literatos y periodistas.

No tuvo Serpa un camino expedito a la cultura. Huérfano de padre, a los 12 años abandonó definitivamente los estudios

—aun cuando sus maestros querían costeárselos— para trabajar y ayudar a su familia. Fue aprendiz de zapatero y de tipógrafo, mensajero de una tintorería, pesador de caña en un central y luego empleado en sus oficinas. ¡A la suerte de pobre se impuso la voluntad del estudiante autodidacta, la curiosidad del lector incurable!

Rubén Martínez Villena, el amigo de la infancia (habían estudiado juntos en la Escuela Pública número 37 del Cerro), cambió el rumbo de su vida. Siendo el secretario, lo llevó en 1920 como su asistente al bufete de don Fernando Ortiz y lo introdujo al mundo intelectual cubano. No tardaría Serpa en unirse a la pléyade de jóvenes sensibles y cultos que se congregaban en el café Martí y en la redacción de El Fígaro, para compartir inquietudes literarias, políticas y sociales; el germen de lo que poco después sería el Grupo Minorista.

Ante la insistencia del poeta español Manuel Lozano Casado, que había observado en él la agudeza del buen periodista, en 1922 Serpa se inició en El Mundo como redactor y más tarde desempeñó las jefaturas de Corresponsales y de Información. Curiosamente, por ir a cubrir su turno de trabajo en ese diario, no estuvo entre los participantes de la Protesta de los Trece, porque aquel domingo 18 de marzo de 1923 se había despedido de sus compañeros antes de que surgiera la idea de denunciar la venta fraudulenta del Convento de Santa Clara.

A partir de 1927 ocupó, además, la dirección literaria de la revista cultural Chic, hasta su cierre al año siguiente. Tras abandonar El Mundo, pasó en 1930 a El País, que en ese momento ya era uno de los rotativos más influyentes de la prensa nacional, y en este permanecería hasta 1952, cuando con la posibilidad de dedicarse por completo a la literatura, sin las presiones económicas y las del diarismo, aceptó el cargo de agregado de prensa de la Embajada cubana en Francia. De París regresó a Cuba con el triunfo de la Revolución y murió en La Habana en 1968.

Faltaría decir, en el intento de completar su vía crucis periodístico, que colaboró con diversas publicaciones: antes de 1959, Cuba Contemporánea, Castalia, Luz, El Fígaro, Social, Carteles y Bohemia; y después, El Mundo, Mar y Pesca, Unión y otra vez Bohemia.

En sus 22 años en el diario El País, alcanzó el reconocimiento y la consagración como periodista. Aunque diestro por igual en la información, el editorial, la entrevista o el reportaje, escritor al fin se encontró en la crónica, género en el que volcó con maestría las experiencias de viajes por toda Cuba y por otros países de América y Europa.

Prueba de ello son las secuencias de crónicas (o reportajes) que, provenientes de El País, Serpa convirtió en libros: Días de Trinidad (1939), Norteamérica en guerra (1944), Presencia de España (1947) y Jornadas villareñas (1963). Bien sabía él de la ingratitud de los periódicos, que, al día siguiente de su salida, juegan la mala pasada de ahogar a los periodistas y a sus artículos en el anonimato de un mar de páginas que solo pueden hallarse en las bibliotecas. Decidido, con el estímulo de sus colegas y valiéndose quizá de su nombre y contactos editoriales, quiso dejar para la posteridad esos títulos.
Poesía, tonos, colores

Por las vueltas del destino, Días de Trinidad y Presencia de España llegaron a mis manos. Y tan sorprendentes y reveladoras resultaron sus lecturas en uno de estos calurosos fines de semana, que me han incitado a escribir estas líneas.

En Días de Trinidad, una sensibilidad artística especial nos redescubre los encantos de una de las villas primadas de Cuba, Trinidad, donde parece que el tiempo se ha quedado dormido para contarle al viajero del futuro —a través de calles adoquinadas y construcciones y palacios centenarios— sobre la opulencia de algunos hidalgos y de su vanidad desmedida por igualarse a La Habana, pese a la situación geográfica desfavorable de su ciudad, la que «permanecía encorchada en sí misma» entre montañas.

Viajamos a los pueblos campesinos aledaños, que desinflan la admiración del forastero; a la bahía de Casilda, hermosa estampa poética, y al mismísimo Topes de Collantes, donde el sanatorio antituberculoso en construcción saca de la modorra al paisaje y a su gente, porque por los caminos inhóspitos y serpentinos se empinan ahora carreteras, como señal de que se levanta la tiranía del hombre sobre una naturaleza virgen y rebelde.

Juega Serpa con la historia, las leyendas y la imaginación, aguza la pupila y capta los más minuciosos detalles. Hay en su prosa poesía, tonos, colores, imágenes luminosas y abundancia de metáforas y otros recursos expresivos. Se desplaza, con facilidad, por los registros del lenguaje: va de lo atiborrado y rebuscado a lo sencillo y directo, según lo exijan las escenas.

Para el escritor Manuel Cofiño, Días de Trinidad es literariamente el libro de crónicas más logrado del autor y le recuerda la prosa evocadora de Azorín. A mí me hace pensar en el estilo periodístico ameno o folletinesco —del que nos hablara un teórico clásico del periodismo, el profesor alemán Emir Dovifat—, que no debe confundirse jamás con el estilo melodramático o lacrimoso de cuentos y novelas, sino con una manera subjetiva y personal en la descripción o la narración, a mitad de camino entre la literatura y el periodismo, cuidadosa en extremo del lenguaje, que entretiene y tiende a deslumbrar.

En cambio, Presencia de España —estilísticamente, aunque muy bien escrita— es una propuesta más modesta, que se apega al reportaje por la búsqueda de la objetividad y la variedad de fuentes. Su máximo valor quizá sea el de una mirada profunda a la situación de Madrid tras los primeros años de la Guerra Civil. Por ello, este valioso testimonio hasta pudiera servir, en nuestras universidades, de complemento en el estudio de esa etapa del franquismo.
El reportero

¿Cómo podemos definir hoy, en la distancia perturbadora de los años, al Serpa reportero? La valoración precisa nos la legó uno de sus contemporáneos, el periodista Fernando Campoamor: «Porque en su obra —aun en la del diarismo, que injuria y hasta mutila a sus hijos— el escritor salió a salvo de la prueba de los ácidos, y hasta en sus reportajes redactados sobre la marcha por pueblos, guardarrayas y atajos de las provincias, hay una identidad con su fino espíritu, con su arte inicial de poesía, que siguió campeando en su prosa plástica».

Avalan también ese prestigio en la profesión, los galardones que por esta labor recibió en vida: el Premio Varona, el Varela Zequeira, el Bachiller y Morales, y en tres ocasiones el de Reportaje del Ministerio de Educación (1936, 1938 y 1939); la condecoración del Águila Azteca y el hecho de que varias ciudades cubanas lo declararan su hijo adoptivo.

Y mientras más indagamos en su quehacer como periodista, siempre aparece alguna pincelada que termina por impresionarnos, por maravillarnos más. Adelantándose a los tiempos del fotorreportero, acostumbraba a llevar consigo la cámara. Con una Retina primero y una Leica después, tomaba las fotos con las que acompañaría sus trabajos, incluso, alguna que otra aparecería en la portada de Bohemia o en algún folleto a petición del autor. Era tal su afición a la fotografía, que llegó a tener un cuarto oscuro para revelar en su propia casa.

Ojalá que —como se ha hecho costumbre el estudio de figuras de la prensa cubana en la Facultad de Comunicación de La Habana— algún estudiante de quinto año de Periodismo, amante de husmear en papeles polvorientos y amarillos, se decida a investigar en su tesis de grado al Serpa periodista. Parte del camino está adelantado: mucho de cuanto publicó el escritor en periódicos y revistas se localiza en su archivo personal, que celosamente atesora el Instituto de Literatura y Lingüística.

Hasta lo puedo imaginar, y creo estar leyendo en el espíritu de ese futuro trabajo, una idea que desde ahora me atrevo a proclamar: El nombre de Enrique Serpa no puede faltar entre los grandes cronistas que ha dado esta Isla.

Más de 4 000 cubanos han recibido trasplantes renales


Freddy Pérez Cabrera

SANTA CLARA.— Un total de 4 300 enfermos han sido beneficiados con los trasplantes renales, proceder practicado desde 1970 en diferentes instituciones cubanas, como parte de los avanzados programas que tienen lugar en todo el país para preservar la salud de la población.

La noticia trascendió en la Reunión Nacional de Trasplantes que tiene por sede a Villa Clara, en la cual se informó que el índice de supervivencia, en los pacientes adultos que reciben el órgano de un donante vivo es del 90%, y en los relacionados con un donante fallecido del 70%, según explicó el doctor Alexander Mármol, jefe de la Oficina Nacional de Trasplantes.

Añadió el especialista que hasta la fecha han sido 99 los infantes implantados, y destacó la conciencia que ha ido ganando la población cubana en materia de donación de órganos.

Reconoció el trabajo de Villa Clara, provincia que ha realizado 251 injertos, y desde hace 10 años exhibe, junto a Holguín, la mejor tasa de supervivencia del país, fruto de un adecuado modelo organizativo.

En lo que va de año los galenos villaclareños han realizado 23 implantes, seguidos por Holguín, con 18, según explicó la doctora Milagros Hernández Fernández, vicedirectora territorial de Trasplantes en la región central, quien destacó la reciente acreditación de la provincia para realizar el proceder a niños de todas las edades.

Son nueve los centros autorizados para ejecutar trasplantes de riñón en Cuba, cinco de los cuales radican en Ciudad de La Habana y uno en Santiago de Cuba, Holguín, Camagüey y Villa Clara.

Presidió Raúl clausura de la III Reunión Ministerial Cuba-CARICOM



El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, presidió la ceremonia de clausura de la III Reunión Ministerial Cuba- CARICOM, que sesionó este viernes en La Habana.

Foto: Geovani FernándezLa cita debatió los problemas y desafíos comunes que enfrenta la región del Caribe. Se adoptó una declaración final con las posiciones de Cuba y CARICOM sobre diferentes temas de la actualidad internacional y una declaración especial sobre la situación en Haití, que respalda el proceso de reconstrucción en esa hermana nación.

El compañero Raúl saludó a los presentes y destacó la importancia de continuar trabajando por el fortalecimiento de la cooperación y la solidaridad entre nuestros países.

En la clausura, participó además, por la parte cubana, el compañero José Ramón Machado Ventura, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Fuente Granma

aPremio Nobel de Literatura reclama excarcelación de Los Cincoa




Pedro de la Hoz
pedro.hg@granma.cip.cu

Wole Soyinka.El nigeriano Wole Soyinka, Premio Nobel de Literatura, se unió este viernes al reclamo que artistas e intelectuales norteamericanos formularon ante el Presidente de Estados Unidos a favor de la libertad de los Cinco luchadores antiterroristas cubanos presos en ese país.

Desde el domingo pasado, fecha en la cual Gerardo, Antonio, Ramón, Fernando y René cumplieron 12 años de cruel encierro, obra en poder de Barack Obama una carta que apela a sus facultades ejecutivas para poner fin a la injusticia.

Sensibilizados con la causa de Los Cinco ayer expresaron también su adhesión a ese reclamo de libertad la cantante puertorriqueña Olga Tañón, el actor y cantante español Miguel Bosé, el actor brasileño Rodrigo Santoro, conocido en Cuba por el filme norteamericano 300 y el papel de Diogo en la telenovela Mujeres apasionadas; y la ex congresista norteamericana Cynthia MacKinney.

La casa verde






Ciro Bianchi Ross • digital@juventudrebelde.cu


Todos sus familiares y amigos abandonaron el país. Se quedó sola, aferrada a la inmensa casa, con sus recuerdos y sus perros y la compañía eventual de Mumi, la vieja cocinera. Perdió las ganas de vivir, no se relacionaba con los vecinos, leía sin parar durante la noche, deambulaba luego hasta el amanecer y dormía todo el día. Así comenzó la leyenda de la casa embrujada y el fantasma que caminaba en la penumbra. Se dice que los hijos de aquella mujer habían sido víctimas de un accidente terrible. No es cierto. Pero igual Luisa Catalina Rodríguez Faxas se quedó sin ellos. En sus años mozos, en una feria, pidió a una gitana que le leyera la mano. Palideció la adivinadora al hacerlo y no quiso revelarle los detalles de la lectura; solo le dijo que su final sería triste, muy triste. Así fue. Esta es su historia.

Luisa Catalina Rodríguez Faxas, nacida en Barcelona, España, el 25 de noviembre de 1922 y nacionalizada cubana, fue la última propietaria de la casa verde o de las tejas verdes; la también llamada casa Palmolive, no porque tuviera que ver con esa marca jabonera, sino por el color verde tierno de su fachada, que jugaba con el verde botella de la techumbre, y que, a la entrada de la Quinta Avenida de Miramar, llamó la atención a lo largo de los años por su acentuado e imparable deterioro.

Al quedarse sola y sin dinero resultaba imposible para Luisa ocuparse del mantenimiento de la casa. Las primeras tejas verdes zafadas provocaron el deterioro gradual del maderamen del techo que, al dejar pasar el agua de manera consuetudinaria, comenzó a hundirse. La humedad se ocupó de dañar considerablemente todo el interior de la morada. Las autoridades habaneras le propusieron un cambio de casa con el fin de ocuparse de la restauración. Así, Luisa revisó numerosas viviendas en Miramar y el Vedado, cerca del río, pero nunca encontró una que reuniera todas sus exigencias. En realidad, nunca quiso salir de allí.

Se decía que se negaba a hacerlo porque en un agujero abierto en el sótano, o en un espacio disimulado por una falsa pared, su familia ocultó todo un tesoro del que ella era dueña y que en cualquier momento podía recuperar. Nunca hubo tal cosa, hasta donde se sabe, y esa fortuna oculta es una de las tantas leyendas que se mueven en torno a esta mansión construida de ladrillo, concreto y tejas americanas, de tres pisos y sótano con garaje para cuatro automóviles y portal a su frente y costado. Con ventanas abuhardilladas y torrecilla en forma de cono. Una casa única en Cuba, se dice, por su estilo y que luego de una cuidadosa restauración llevada a cabo por especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad, abrió sus puertas como centro promotor de la arquitectura moderna y contemporánea, el urbanismo y el diseño interior.
Versión de versiones

Se dice también que la casa fue construida por José López Rodríguez, Pote, y que en esta se suicidó ese acaudalado banquero y negociante de azúcares. Ninguna de las dos afirmaciones es cierta. La mansión se edificó en 1926, cinco años después de la muerte de Pote, que se privó de la vida colgándose del tubo de la ducha, en la residencia que se había hecho construir en el espacio donde después sus hijos construirían el edificio López Serrano.

Cuando resultó imposible seguirle adjudicando a Pote la casona de Quinta Avenida esquina a 2, la leyenda popular se la atribuyó a Carlos Miguel de Céspedes. El astuto y eficiente funcionario machadista la habría construido para su amante, Esmeralda. Así, se decía, él, que estaba casado, podía verla desde Villa Miramar, la casa donde se encuentra el restaurante 1830, del lado de acá de la desembocadura del Almendares. No cree este escribidor que la visión fuese posible a tanta distancia; además, Esmeralda tenía casa, puesta por Carlos Miguel, en Malecón. De todas formas, el rumor persistió y queda como expresión de uno de los grandes amores de la Cuba republicana. Los ojos verdes de Esmeralda convirtieron a su amante en un fanático de todo lo verde. Con tinta de ese color firmaba los documentos oficiales en sus tiempos de ministro, cuando resultaba obligatorio hacerlo con tinta negra. Y verdes serán las tejas que todavía le faltan al bellísimo templo del Corpus Christi, sobre el Gran Bulevar del Country Club Park —hoy Avenida 146 del reparto Cubanacán— donado por Carlos Miguel a la Iglesia Católica.

La casa verde, obra del arquitecto José Luis Echarte, fue en verdad mandada a construir, para vivirla con su esposa, por Armando de Armas, Cocó, un individuo que fue mayordomo de Palacio durante los dos períodos presidenciales del general Mario García Menocal. La vivienda, que sufriría no pocas transformaciones posteriores, lucía escocias y otros adornos similares de los de la mansión del Ejecutivo y se valoró entonces en cien mil pesos. La habitaron Cocó de Armas y su familia hasta 1943, cuando la adquirió, por sesenta mil pesos, la Compañía de Inversiones Jarpe S.A., que la vendió a su vez, en noviembre del mismo año, a la señorita Luisa Rodríguez Faxas, «de 20 años de edad, soltera, emancipada por concesión materna y vecina del Vedado, en la calle F número 558, altos, por cincuenta mil pesos», según consta en la escritura de compraventa.
Sin ropa interior

Aunque Luisa era la propietaria formal de la casa, su madre, doña Manuela, llevaba las riendas de la familia, que vivía rodeada de toda una cohorte de sirvientes. Luisa estudió piano y desde muy joven comenzó a ofrecer conciertos en escenarios habaneros. Asistía a estos con vestidos exclusivos que lucía sin ropa interior, exigencia de su modisto, para que no se le vieran marcas en su cuerpo escultural. Pertenecía a clubes de la alta sociedad y se codeaba con las familias más pudientes de la capital. Casó con el escritor y abogado Mario Cabrera Saqui, un hombre pequeño, flaco y nada agraciado, con el que hacía una pareja bastante rara. De esa unión nacieron Mario Andrés, Ricardo y Regina. Su gran pasión eran los perros. Tuvo una pareja de pastores alemanes perfectamente entrenados, Brent y Bruma, dos bellezas; tres, contándola a ella que, al timón de su automóvil convertible, recorría la ciudad con los dos animales en el asiento trasero.

En noviembre de 1959 Luisa, Mario y los hijos viajaron a los Estados Unidos a fin de pasar las vacaciones en su casa de Miami. El mismo día de la llegada a la Florida, Mario, de 47 años de edad, murió a causa de un infarto cardiaco masivo. Luisa, desesperada, dejó a los niños al cuidado de una tía paterna y regresó a La Habana con el cadáver. Quería poner a su nombre las propiedades del esposo y volver al Norte para retornar a la Isla con los muchachos. No pudo hacerlo. La actitud de Washington hacia La Habana se hacía cada vez más enconada y se agriaron y rompieron las relaciones entre los dos países. Viajar se hizo cada vez más difícil y se dificultaron igualmente el correo y las comunicaciones telefónicas. Luisa nunca más pudo reunirse con sus hijos.

Uno de los pocos amigos que le quedaron fue su oculista, el doctor Pedro Hechavarría, con consulta privada en la calle 17 entre H y G, en el Vedado, y cuyo hermano, Luis Mariano, ya fallecido entonces, había sido muy querido por Luisa y Mario. Al verla sola y enclaustrada, el buen doctor comenzó a atenderla; le llevaba dinero y frutas, vegetales y viandas de la finca que poseía. Luisa era todavía, a finales de los años 60, una mujer hermosa y perfectamente encamable. Se enamoraron y casaron, algo imperdonable para la familia del Norte. Solamente su hija Regina le escribió alguna que otra vez y fue por ella que se enteró del nacimiento de sus nietos. Los hijos varones nunca le escribieron. A un amigo sacerdote que viajó a Panamá, Luisa le encomendó que desde allí llamara a sus hijos por teléfono y le trajera noticias. El cura cumplió el encargo y recibió una respuesta descorazonadora. Le pidieron que le dijera a su madre que nunca volviera a molestarlos. La profecía de la gitana empezaba a cumplirse. Poco después se divorciaría y volvería a quedar sola en su casa.
La tía Luisa

En los 70 reapareció en su vida Marisabel, hija de Luis Mariano, a quien ella quiso como a una verdadera sobrina. Era una joven alta y muy gorda, sumamente inteligente, culta, también amante de los libros y los perros, cardiópata, que le haría compañía durante varios años. Con las visitas de otros jóvenes amigos de Marisabel, «la tía Luisa», como le decían, pudo tener momentos más pasaderos, mejores comidas y hasta alguna fiestecita, salidas al cine, a restaurantes y a las tiendas, viajes al interior del país… Matriculó en la escuela de idiomas del Vedado, donde se graduó de ruso —dominaba el inglés perfectamente— mientras Marisabel culminó los estudios de francés.

La espaciosa cocina se convirtió en el lugar de las tertulias; allí los más asiduos aprendían muchas buenas costumbres de Luisa y ampliaban su cultura gracias a las conversaciones, las películas y los libros que compartían. Los jóvenes se adaptaron a sus horarios, pues en la casa verde amanecía al mediodía y se desayunaba alrededor de las dos o tres de la tarde. Luego las labores comenzaban, por lo general, con la recogida de escombros desprendidos de los techos, algún «plan tareco» en cualquier habitación y trabajos de siembra o de desyerbe en el patio. Luisa cultivaba violetas africanas y mostraba particular predilección por los bonsáis. El acopio de agua en muchas vasijas era vital y tomaba horas. El motor estaba siempre roto y se gastaba mucha en limpieza y lavado. Otra tarea maratónica era la compra de carne para los perros, lo que requería de colas y más colas, porque nunca era suficiente. El freezer era solo para almacenar esa carne que Luisa hervía diariamente inundando la cocina con un olor desagradable, pero que los perros adoraban. Lo más importante allí eran los perros. Lake y Lupe —otros pastores alemanes, su raza preferida— Kira, una pinscher a la que solo le faltaba hablar, Frisky —terrier—, Poly —cocker spaniel— además de satos que encontraba por ahí y recogía, y, al final de sus años, los dobermann Sherekan y Bagueera y su descendencia.

No se almorzaba; a veces se hacía un té con algo al caer la tarde. Después de la comida y el fregado, se veía la televisión hasta el final de las transmisiones, hora en que podía comenzar un campeonato de damas chinas o el aprendizaje de tejidos. Luisa era especialista en frivolité. Había meriendas de madrugada, mientras Luisa y Marisabel tejían sin parar. Algunos amigos creían ver sombras o fantasmas y ella se reía, pues decía que, en efecto, los había.

Luisa fue feliz en la compañía de «sus sobrinos». Los de Oriente pasaban en la casa verde sus vacaciones en La Habana. Unos se iban y otros nuevos se incorporaban hasta que ella comenzó a padecer de un cáncer de pulmón que le provocó la muerte el 11 de junio de 1999. Marisabel la sobrevivió solamente seis meses justos; falleció el 11 de enero del año siguiente, a la edad de 49 años a causa de un infarto. Al no tener descendencia y no contar con otro familiar que una medio hermana sin posibilidades de heredar, el inmueble quedó abandonado.

Algunos lectores, con motivo de la apertura de la edificación como centro promotor de la arquitectura moderna y contemporánea, me pidieron que escribiera sobre la casa verde. Estas son las dos o tres cosas que yo sé de ella.

(Con información de Jorge Luis Smith Miranda)

Friday, September 17, 2010

Organizan carnaval Las Tunas 2010





Por José Armando Fernández Salazar

Las Tunas(AIN) Las tradicionales invasiones de congas y comparsas que se suceden por estos días en los barrios de Las Tunas, forman parte de los preparativos del carnaval de esta ciudad, previsto del 23 al 26 próximos.

Además de los ensayos del paseo, principal atractivo de estas fiestas populares, se ultiman detalles en la habilitación de las áreas bailables, el aseguramiento de insumos, la transportación, y la programación de los espectáculos y conciertos.

La música de factura local será protagonista en los festejos, con la convocatoria de todas las orquestas de la provincia, de gran aceptación popular, así como también cultivadores de géneros tan arraigados en las tradiciones de la comarca como el Órgano Estrella de Oriente y el Mariachi Tunas.

El domingo 19 se celebrará el carnaval infantil, el cual incluye numerosos proyectos artísticos y la apertura de seis áreas donde se presentarán títeres y payasos, que tendrán entre sus motivaciones, brindar momentos de esparcimiento a los más pequeños en el inicio del curso escolar 2010-2011.

Los carnavales en Las Tunas tienen su génesis en las fiestas de los cabildos de esclavos del siglo XIX, tradición que continuó con las festividades dedicadas al patrón de la ciudad (San Jerónimo) hasta que en el año 1952 adoptaron su expresión actual.

Estas fiestas populares se realizan tradicionalmente en septiembre, mes en el que los habitantes de Las Tunas celebran también, el día 30, la fundación de su ciudad (1796).

Sunday, September 05, 2010

Incrementa matrícula escolar en zonas urbanas de Las Tunas


Por Roger Aguilera

Las Tunas, (AIN) Con la apertura de nuevas escuelas urbanas, la matrícula en centros internos para el curso 2010-2011, disminuyó en dos mil 391 estudiantes en la provincia de las Tunas, en relación con el calendario anterior.

Tras el cierre de cuatro preuniversitarios en el campo se dejó listo uno urbano, per cápita, en los municipios de Puerto Padre, Majibacoa y Las Tunas, así como también se crearon 10 locales mixtos, para aprovechar las capacidades.

Los ocho mil 835 alumnos acogidos al régimen interno en 29 centros, este año, se ubicarán en tres secundarias básicas, seis pre (uno de ciencias exactas, dos en el campo y tres de ciencias pedagógicas), 10 escuelas especiales e igual cantidad en Educación Técnica y Profesional.

Eugenio Ramón González Pérez, director de Educación en la provincia, explicó a la AIN que además del cierre de instalaciones de la enseñanza media en las zonas rurales, también dejaron de funcionar 14 escuelas primarias, cuyas matrículas, que oscilaban entre uno y cinco niños, a partir del lunes se unificarán en planteles mixtos.

El directivo significó que en la ya cercana etapa académica, 102 mil 612 estudiantes de los ocho municipios de la provincia invadirán las aulas, cifra inferior en dos mil 276 a la de 2009-2010.

La educación preescolar en Círculos Infantiles –precisó—es la única enseñanza que incrementará matrícula en relación con el pasado período lectivo.

Barriadas habaneras



Ciro Bianchi Ross • digital@juventudrebelde.cu

En otras ocasiones hemos hablado sobre algunas localidades habaneras (Cerro, Jesús del Monte…) que comenzaron siendo caseríos y que el mismo crecimiento de La Habana convirtió en parte integrante de ella. Mencionamos hace un par se semanas a La Güinera, Luyanó, El Calvario… y nos aventuramos a afirmar que esa taberna que las crónicas mencionan desde antes de 1858 a la entrada de lo que sería el barrio de Arroyo Apolo, no es otra que el mismo Café Colón que todavía desafía al tiempo en la Calzada de Diez de Octubre, a la vera de la línea del ferrocarril. No es, claro, el mismo edificio, pues en los años 20 un incendio lo destruyó y hubo que reconstruirlo, y de entonces para acá sufrió no pocas transformaciones.

Y ya que hablamos de tabernas, vale decir que muchos barrios que le crecieron a La Habana fuera de su recinto amurallado tuvieron su origen en los pequeños núcleos poblaciones que se asentaron en los alrededores de fondas y cantinas establecidas en los caminos y que servían de lugar de parada y de refrigerio a los viajeros. Así sucedió con El Lucero, que fue en sus comienzos, en 1848, una taberna con ese nombre en el camino de Güines, y lo mismo ocurrió con Luyanó, donde se estableció una fonda o taberna para dar servicio a los viajeros que se trasladaban a Guanabacoa.

Data de 1858 el caserío de La Chorrera, a orillas del río de ese nombre, en el camino real de El Calvario. Jacomino es de 1860. Muy anterior es San Miguel del Padrón, cuya fundación corresponde a 1660. Ocho años más tarde se edificó su iglesia, que se convirtió en parroquia en 1745.
Incendio en Casablanca

El barrio ultramarino de Casablanca, a la entrada izquierda de la bahía habanera y en la falda de la loma de la Cabaña, existía con ese nombre cuando el sitio y la toma de La Habana por los ingleses, en 1762. Entonces se levantaba allí un almacén de la Real Hacienda.

Tras el fin de la ocupación británica se avecindaron en esa localidad varios navegantes de cabotaje y carpinteros de ribera que asentaron allí sus talleres. Todo lo construido desapareció, sin embargo, a causa del voraz incendio que se desató el 25 de abril de 1785, a la una de la tarde. La reedificación comenzó en el mismo año, en diciembre. En 1892, José Triscornia, uno de los vecinos más pudientes, construyó un muelle y un taller para la reparación de embarcaciones menores, ejemplo que imitaron otros poderosos, como Salvador Samá, marqués de Marianao, y a la vuelta de dos años todo el litoral de Casablanca se llenó de arrimos entablados de madera dura sobre horcones y el Gobierno colonial construyó un amplio almacén y taller para la reparación de lanchas guardacostas. Se construyó además una fábrica de pólvora, que duró poco tiempo, y Domingo Goicuría abrió una fábrica de clavos para hacerle la competencia a los clavos importados, pero el clavo criollo fue boicoteado por el comercio minorista habanero y la fábrica debió cerrar sus puertas.
La playa de Marianao

Arroyo Arenas, caserío situado en la carretera de La Habana a Vueltabajo, fue fundado en 1790. Su iglesia se construyó en 1811 y se reconstruyó en 1840. En 1847 el poblado tenía 290 habitantes distribuidos en 11 casas de mampostería y tejas, siete de madera y tejas y 36 de embarrado y guano.

El Cano es de 1723. Se construyó sobre el terreno que donó con ese fin el propietario del corral del mismo nombre. Su iglesia, que data de 1730, fue tenencia de la parroquia de Guanajay y parroquia en 1765, con iglesias auxiliares en Guatao y Corralillo.

Fue El Cano un pueblo próspero. En 1841 tenía ya 1 128 habitantes; contaba con dos médicos cirujanos y delegaciones de medicina y cirugía, administración de correos y dos escuelas gratuitas, una para hembras y otra para varones, costeadas por el Ayuntamiento de Santiago de las Vegas, al que pertenecía esta localidad.

Tuvo El Cano ayuntamiento propio en 1879, pero en 1902 fue suprimido y el poblado quedó anexado a Marianao.

En 1726 se fundó La Ceiba. La Lisa, que en sus comienzos fue una aldea perteneciente a El Cano, surgió en 1862, en tanto que familias que solían pasar allí las temporadas de baño dieron vida, en 1880, a la barriada de la Playa de Marianao, localidad que cobró auge a partir de 1884 con la inauguración del ramal del ferrocarril que salía desde la esquina de Zanja y Galiano.
Sombreros de yarey

La barriada de Jesús del Monte existía ya a mediados del siglo XVIII. La calzada de igual nombre no era sino un tramo del camino que conducía a las poblaciones de Santiago de las Vegas y Bejucal; el único que partía de la ciudad y se adentraba en el campo. Las vegas de tabaco fomentadas junto a los arroyos de Agua Dulce y Maboa dieron prosperidad relativa al poblado, que en 1765 fue declarado cabeza de partido rural y su iglesia, que se construyó a partir de 1695, dejó de ser parroquia auxiliar para convertirse en parroquia independiente. En 1820, Jesús del Monte era ya municipio. Pero perdió esa condición tres años después.

Sus moradores más humildes ganaban el sustento gracias a la venta de sombreros de guano y yarey que tejían ellos mismos, mientras que el tránsito de viajeros, carretas y arrierías aportaba al mismo tiempo lo suyo. Pero el establecimiento del ferrocarril Habana-Bejucal comprometió y retardó el desarrollo del poblado. En 1846 vivían allí algo más de 2 000 personas, y en 1858 eran 4 000 los vecinos y en sus cinco leguas cuadradas de superficie se asentaban las aldeas de la Víbora, Arroyo Apolo, San Juan, Arroyo Naranjo y otros caseríos. Ese auge obedeció, dice el historiador Pezuela, a «la pureza de su atmósfera y la amenidad de su paisaje», que impulsaron a representantes de las clases pudientes a establecer allí sus casas y quintas de recreo, y ya en 1863 Jesús del Monte le disputaba al Cerro y a Puentes Grandes «la animación y concurrencia de las temporadas de verano». Pero eso duraría poco. Jesús del Monte nunca suplantó a esas localidades como barrio elegante, papel que se adjudicó el Vedado, y perdió en extensión territorial cuando se le escindió Arroyo Naranjo, el cual comprendía entonces los caseríos de Arroyo Apolo y de San Juan.
Paradero de ómnibus y berlinas

El caserío de San Juan —en las inmediaciones de lo que hoy es el hospital Julio Trigo y antes fue el sanatorio antituberculoso de La Esperanza— surgió en 1857 con los bohíos que, para viviendas, construyeron los trabajadores de las canteras que allí se localizaban. El pequeño poblado se estableció en la loma situada entre las fincas de Infante y Matamoros. Un año después de su fundación contaba con nueve viviendas pobrísimas y 22 habitantes, y pertenecía a Arroyo Naranjo, localidad fundada con anterioridad, en 1845, como paradero de los ómnibus tirados por caballos y las berlinas que cubrían el trayecto entre La Habana y Santiago de las Vegas.

A las nueve casas existentes en San Juan se sumaban las siete de El Puente, localidad perteneciente también a Arroyo Naranjo y que disponía de una tienda mixta con fonda y una albeitería para el cuidado y la atención de los animales. Existía en despoblado, junto al camino real, otra bodega y una bodega más, con fonda, en el punto conocido como La Güinera, donde se erigía una ermita de tablas y tejas que celebraba misa una sola vez al año, el 13 de junio, día de San Antonio de Padua, al menos que alguien se interesase en sufragar otra misa. De ahí que la gente de Arroyo Naranjo tuviera que recurrir, para los auxilios sacramentales, a las iglesias de Jesús del Monte o Calvario.

Disponía Arroyo Naranjo de unos célebres baños medicinales de sal, yeso, hidroclorato de magnesio y otras sustancias, conocidos con El Cacagual —no confundir como El Cacahual, sitio donde se honra la memoria del mayor general Antonio Maceo y su ayudante, el capitán Francisco Gómez Toro—. Estos baños nunca fueron muy concurridos por lo dificultoso del camino y la falta de comodidades para tomarlos.
Final del viaje

Un grupo de labradores que edificaron sus viviendas en la falda de la loma de El Calvario dieron origen, en 1735, a la localidad habanera de ese nombre, destruida en 1779 y reconstruida al año siguiente. Fue entonces que se erigió un nuevo templo, de mampostería, a diferencia del anterior, que era de madera. La obra se costeó con las limosnas de los feligreses y los donativos del obispo Santiago Echevarría. En 1827 tenía El Calvario 197 casas y una población de 869 personas.

Cuando se organizaron en La Habana, en 1825, los escuadrones rurales de Fernando VII tocó a El Calvario nutrir sus filas con un contingente de 75 plazas, por lo que diez años después se dotó a la localidad de un pequeño cuartel de mampostería para su cuadro de alistados y voluntarios que allí recibían instrucción militar.

En Managua finalizamos este viaje por algunas barriadas habaneras.

El origen de esa localidad hay que buscarlo en 1730 cuando el presbítero Matías de León Castellanos demolió el corral Managuana, de su propiedad, y construyó una ermita. Alrededor de dicho templo, varios colonos construyeron sus viviendas de embarrado y guano. Así nació Managua, al pie de las lomas del mismo nombre, las Tetas de Managua, elevación de más de 265 metros de altura.

Creció la población de esa localidad y en 1750 eran ya 30 las viviendas y unos 390 los habitantes, mientras la iglesia pasaba a ser tenencia auxiliar de la parroquia de Güines bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios. En 1827 componían el caserío 18 casas de mampostería y tejas, 53 de madera y 14 de embarrado y guano, con 358 habitantes, pero en 1846 la población disminuyó a 147 habitantes y quedaban solo 41 viviendas. En 1862 Managua cobró auge de nuevo. Fue entonces que se reedificó la iglesia y se instalaron sendas escuelas para hembras y varones.

Por disposición del Rey español, Managua obtuvo el título de villa en 1874, y tuvo ayuntamiento a partir del 1ro. de enero de 1879 hasta su supresión el 24 de enero de 1902, cuando fue anexada a San José de las Lajas.

Nuevas revelaciones sobre el 5 de Septiembre


Se conocen detalles de cómo fue salvajemente torturado y asesinado el Jefe del Alzamiento de marineros y civiles del 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos



Luis Hernández Serrano
serrano@juventudrebelde.cu


El alférez de fragata Dionisio San Román —jefe militar del Alzamiento del 5 de septiembre de 1957 en Cienfuegos— fue torturado y asesinado en La Habana por el Comandante Jesús Blanco Hernández, jefe del Puesto Naval de La Chorrera y por el teniente de navío Julio Stelio Laurent Rodríguez, Jefe del Servicio de Inteligencia Naval (SIN) de la tiranía batistiana.

Las revelaciones, hasta hoy inéditas, las dio a JR Milagros Gálvez Olivera, vicepresidenta del Grupo de la Historia Marítimo Naval de la República de Cuba, a partir de documentos fidedignos como las actas de los juicios de enero de 1959 a sancionados por estos hechos.

San Román fue torturado y asesinado en la madrugada del 12 de septiembre de 1957 en la casa del Contralmirante de la Marina de Guerra del régimen, José M. Rodríguez Hernández, en el reparto Siboney, hoy Playa, en la capital.

Su cuerpo lo trasladaron en el maletero de un auto hacia la margen este del río Almendares, donde hoy se encuentra el barrio El Fanguito, del municipio de Plaza; allí radicaba la posta naval y el embarcadero de la Marina, en las calles 21 y 32, sitio de atraque de los barcos Yemayá y Marta, propiedad del dictador Fulgencio Batista, y el yate 4 de Septiembre, de la propia institución armada.

Desde ese yate se lanzó al mar igualmente el cadáver del ex marinero participante también en el alzamiento, Alejandro González Brito, los dos con lingotes de cemento amarrados a sus pies.

En la causa No. 1 del 59, contra los delitos continuados de asesinato, tortura, lesiones y vejaciones cometidos por agentes de la Marina de Guerra, fueron acusados y sancionados militares entre los cuales estuvieron los vinculados con el asesinato de San Román y Alejandro.

Fueron ellos el sargento de tercera y contramaestre Pablo Rodríguez Torres, hombre de confianza del Comandante Blanco; Bernardo Robaina, chofer de dicho alto oficial; el cabo de mar Alberto Rodríguez Hernández, alias el Rana, patrón de la embarcación 4 de Septiembre; el marinero de primera Servando Avelino Gómez Pérez, escolta y artillero del carro del teniente de navío Laurent, jefe del SIN.

El próximo 12 de septiembre se colocará una tarja donada al municipio de Plaza por la Delegación Municipal de Monumentos y el Museo Histórico de Playa, en el área por donde sacaron los cuerpos de los martirizados.

El Alzamiento del 5 de Septiembre fue uno de los eslabones de la cadena de acciones que condujeron al triunfo de la Revolución en enero de 1959. Fue protagonizado por marineros y civiles que tomaron distintas instalaciones navales y llegaron a liberar la ciudad de Cienfuegos, luego retomada —tras enormes bombardeos— por las fuerzas de la dictadura.

Saturday, September 04, 2010

Cuba celebra aniversario 30 de primer viaje al cosmos de un latinoamericano


“El 18 de septiembre de 1980, el cubano Arnaldo Tamayo Méndez hizo historia al convertirse en el primer latinoamericano en viajar al cosmos”, junto con los cosmonautas soviéticos Yuri Romanenko, Leonid Popov y Valeri Riumin, a bordo de la nave “Soyuz 37″, señaló Granma.

El diario destacó que el histórico viaje de Tamayo, general de Brigada y Héroe de la República de Cuba, permitió realizar una veintena de experimentos médico-biológicos, físicos y técnicos, “caracterizados por su originalidad y elevado rigor científico”.

El científico José Altschuler, entonces presidente de la Comisión Nacional del Programa Intercosmos, conjunto con la URSS, explicó que “la casi totalidad de los trabajos desarrollados dejaron resultados significativos” y algunos “tuvieron aplicaciones prácticas a corto plazo, como el destinado “al estudio de los recursos naturales” de la isla.

“Para orgullo de los cubanos, la ciencia nacional se vistió de gala en la preparación y posterior cumplimiento de los objetivos trazados en la memorable misión”, apuntó el experto.

Mensaje a los estudiantes universitarios de Cuba



(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

Queridos compañeros:

Les pedí reunirnos hoy temprano, antes de que nuestro Sol caliente demasiado.

Foto: Alex CastroEsta escalinata, a la que nunca imaginé volver, guarda imborrables recuerdos de los años en que comencé a tener conciencia de nuestra época y de nuestro deber. Se puede adquirir conocimientos y conciencia a lo largo de toda la vida, pero jamás en ninguna otra época de su existencia una persona volverá a tener la pureza y el desinterés con que, siendo joven, se enfrenta a la vida. A esa edad, descubrí mi verdadero destino.

Es por ello inevitable que, en estos instantes, me acompañe el recuerdo de tantos compañeros que conocí hace exactamente 65 años. Fue en la primera semana de septiembre cuando ingresé en esta Universidad, que era la única del país. Es mejor que no intente siquiera preguntar por cada uno de ellos, y guardar solo el recuerdo de cuando todos eran jóvenes y entusiastas y, por lo general, desinteresados y puros.

Me anima sobremanera tener presente a los que son hoy, como nosotros ayer, aunque incomparablemente más cultos, más libres y más conscientes.

Entonces, sobre esta colina universitaria caía el poder de la fuerza bruta y la brutalidad de la fuerza, la inconsciencia y la corrupción aplicada a nuestro pueblo.

Gracias al ejemplo de los que nos habían precedido, a los estudiantes fusilados por exigencia de las hordas de los llamados voluntarios españoles, nacidos muchos en esta tierra que se ponían al servicio de la tiranía española, gracias al Apóstol de nuestra independencia y a la sangre derramada por decenas de miles de patriotas en tres guerras de independencia, nos precedía realmente una historia que inspiraba nuestras luchas. No merecíamos ser colonia de un imperio mucho más poderoso todavía, que se apoderó de nuestra Patria y de una buena parte de la conciencia nacional, sembrando el fatalismo con la idea de que era imposible sacudirse de tan poderoso yugo.

Peor aún, había surgido ya una poderosa capa explotadora que, al servicio de los intereses del imperio, saqueaba a nuestro pueblo extrayendo riquezas, manteniéndolo maniatado e ignorante a través de la fuerza, y no pocas veces, utilizando a otros nacidos en el país, para actuar como torturadores y asesinos de sus hermanos.

La Revolución puso fin a esos horrores, es por ello que podemos reunirnos aquí esta mañana de septiembre.

Cuán lejos estábamos de pensar después del triunfo que, en una ocasión como esta, volveríamos a reunirnos en esfuerzos aún mayores y con objetivos superiores a los que, en un tiempo, nos parecieron las más altas metas de los pueblos, en aras de la justicia y la felicidad de los seres humanos.

No pareciera posible que un país tan pequeño como Cuba se viera obligado a cargar el peso de la lucha contra aquellos que han globalizado y sometido el mundo a un inconcebible saqueo, y le ha impuesto un sistema que hoy amenaza la propia supervivencia de la humanidad.

No hablo solo en pro de los intereses de nuestra nación. Podría decirse que tales objetivos quedaron atrás, en la medida en que la existencia y el bienestar de los pueblos dejaron de ser nuestros objetivos, en aras de intereses mundiales, sin los cuales, la vida de las naciones es imposible. También es cierto que, en nuestras luchas por la emancipación nacional y social, nuestro país, bastión del coloniaje español en este hemisferio, fue el primero en ser ocupado y el último en sacudir ese yugo después de más de 400 años de dominación.

Nuestra lucha por la liberación nacional se mezcló con el tenaz esfuerzo de los trabajadores de nuestro país por su liberación social. No fue obra de la voluntad; lo fue del azar. El mérito del pueblo cubano es haber sabido comprender y fortalecer los indisolubles lazos entre ambos (Aplausos y exclamaciones de: "¡Viva Fidel!").

El tiempo que la humanidad dispone para librar esta batalla, es increíblemente limitado. A lo largo de más de tres meses de incesante batallar me esforcé modestamente por divulgar, ante un mundo inadvertido, los terribles peligros que amenazan la vida humana en nuestro planeta. Es sabido, y no me queda otra alternativa que recordar el hecho, de que no estamos viviendo la época de la caballería y el acero de las espadas acompañados por arcabuces de un disparo, que fueron precedidos durante siglos por las máquinas que demolían murallas o trataban de hacerlo, o los carros de combate tirados por caballos, que portaban cuchillos en las ruedas; armas, en fin, siempre crueles, pero de limitado poder destructivo que los humanos usaron para guerrear entre sí, desde que inventaron las mazas, hasta la Primera y Segunda Guerra Mundial, en las que usó armas automáticas, tanques, aviones de combate y fortalezas volantes, submarinos, torpedos, acorazados y portaaviones que elevaron las pérdidas humanas a decenas de millones de muertos, y a cientos de millones las víctimas de la destrucción, las heridas, las enfermedades y el hambre, secuelas inevitables de las guerras.

Dos artefactos nucleares fueron utilizados al final de la última contienda. Nunca el hombre concibió tan terrible destrucción y exterminio. Hace más de 60 años se habla del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki; por ahí hemos señalado que el poder destructivo de las armas acumuladas equivale a más de cuatrocientas cuarenta mil veces el poder de alguna de aquellas bombas. Es así, es lo que dice la matemática. No añado más porque tendría que usar palabras bastante duras respecto a las causas y a los responsables de esa tristísima realidad.

Pero eso no bastó. La pretensión de dominio económico y militar de los primeros en utilizar esos aterradores instrumentos de destrucción y muerte, condujeron a la humanidad a la posibilidad real de perecer que hoy enfrenta. No necesito argumentarles lo que ustedes ya de sobra conocen. El problema de los pueblos hoy día, digamos, el de más de siete mil millones de seres humanos, es impedir que tal tragedia suceda.

No me agrada decir la dolorosa verdad, que constituye una vergüenza para todo lo que se identifica como política y gobierno. Al mundo se le ocultó deliberadamente esta realidad y le ha correspondido a Cuba la dura tarea de advertir a la humanidad del peligro real que está confrontando. En esa actividad no debemos desmayar. He utilizado argumentos que no deseo repetir ahora. Frente a los escépticos, nuestro inconfundible deber es seguir librando la batalla. Me consta que un número creciente de personas en el mundo han tomado conciencia de la realidad.

Comentando la primera parte de la entrevista, publicada el lunes 30 de agosto por la directora de La Jornada en ese prestigioso órgano de prensa mexicano, un ciudadano de Nuestra América, que la conoció por el sitio Web CubaDebate, hizo llegar su opinión con palabras tan profundas que decidí incluir, en este mensaje a los estudiantes universitarios de Cuba, lo fundamental de sus ideas:

"Hago un llamado, a todos los países que hoy se encuentran involucrados en conflictos militares. Por favor, piensen siempre en lograr una paz verdadera, que es lo que nos conviene a todos. Nuestros hijos, nuestros nietos y seres humanos del mundo, todos se lo vamos a agradecer. Necesitamos vivir en paz y seguros en un planeta que cada día es menos habitable. Es muy fácil de entender. El armamento nuclear debe desaparecer, ningún país debe poseerlo, la energía atómica debe ser usada solo para el bien. LA ÚNICA VERDADERA VICTORIA ESTÁ EN GANAR LA PAZ.

"Hoy enfrentamos dos grandes desafíos: la consolidación de la paz mundial y salvar el planeta del cambio climático. Lo primero es lograr una paz duradera sobre bases sólidas, la segunda es la de revertir el cambio climático. Hay que tomar conciencia de estos problemas que nosotros mismos los hemos creado y que somos los protagonistas de los cambios que tenemos que lograr. El panorama del siglo pasado no era igual que el de este siglo. El armamento, en estos momentos, es más sofisticado y mortífero y el planeta más débil y contaminado.

"Conferencia Mundial de Cambio Climático de Cancún. [... ] la única oportunidad que nos queda. [... ] Estamos llegando a un punto crítico donde no existe marcha atrás. En ese momento, por miedo, quisiéramos hacer cualquier cosa para salvar nuestras vidas, pero ya todo sería en vano y demasiado tarde. Las oportunidades en nuestras vidas pasan por delante de nosotros una sola vez y hay que saberlas aprovechar. Nuestra Madre Naturaleza es como un fumador pasivo que aunque no tiene vicio, la enfermamos indiscriminadamente."

"Nadie tiene el derecho de usar la violencia contra ningún ser humano, país o nación. Nadie puede cortar un árbol si antes no plantó tres. [... ] No podemos estar de espalda a la naturaleza. Todo lo contrario, debemos permanecer siempre abrazados a ella. Porque nosotros mismos somos naturaleza, formamos parte de ese abanico de colores, de sonidos, equilibrio y armonía. La naturaleza es perfecta.

"Kioto significó para todos los seres humanos una esperanza... "

"Si no hacemos nada. Nadie se salvará, no habrá lugar seguro sobre la tierra, ni en el aire, ni en el cosmos. La gran energía que diariamente se acumula por el efecto invernadero, ya que los rayos solares quedan atrapados y descargan más energía cada día sobre la superficie terrestre, provocará que se produzcan desastres naturales de consecuencias impredecibles ¿Alguien en la tierra tendría un botón capaz de poder detener semejante desastre?"

"... no podemos perder tiempo en guerras anacrónicas que nos debilitan y agotan nuestras energías. Los enemigos hacen las guerras. Eliminemos todas las causas que provocan que el hombre vea al hombre como su enemigo. Ni los que se enfrentan en una guerra están conscientes de que esa sea la solución a sus problemas, reaccionan ante sus emociones y no les hacen caso a su conciencia pensando erróneamente que el camino a la paz es la guerra. Yo digo, sin ninguna posibilidad de error, que la paz con la paz se logra y: SI QUIERES LA PAZ, PREPÁRATE PARA CAMBIAR TU CONCIENCIA (Aplausos)."

Hasta aquí lo esencial de sus palabras, bien sencillas y al alcance de cualquier ciudadano del mundo.

El miércoles primero de septiembre, cuando elaboraba este mensaje, una información publicada por el sitio Web CubaDebate nos trajo la siguiente noticia: "Una nueva ola de filtraciones sobre un ataque contra los objetivos nucleares de Irán que Israel prepara junto con Estados Unidos esta vez puede tener un fundamento real, considera en un artículo publicado este martes George Friedman, director ejecutivo del prestigioso centro Stratfor, que cuenta con antiguos analistas de la CIA entre sus colaboradores." Es una persona bien preparada y con prestigio.

La información continúa expresando:

"Han sido numerosas las ocasiones en las que se han difundido diferentes versiones del posible ataque contra la República Islámica supuestamente filtradas desde los servicios secretos. Según expertos, se trataba de un intento de ejercer presión psicológica sobre Teherán para hacerlo buscar el consenso con Occidente."

"¼ esta técnica no prosperó y es muy poco probable que se vuelva a emplear con el mismo objetivo, señala Friedman... "

"‘Es paradójico, pero la nueva tanda de rumores sobre la guerra esta vez puede ir dirigida a convencer a Irán precisamente de que no habrá guerra, mientras en realidad se está preparando ya’... "

"El analista descarta por completo que Tel Aviv se atreva a emprender una operación militar sin contar con el apoyo del Pentágono."

"Al mismo tiempo, el experto advierte que la consecuencia más grave del posible ataque contra Irán sería que la República Islámica bloqueara el estrecho de Ormuz, entre los golfos de Omán y Pérsico, lo cual colapsaría el 45% de los suministros mundiales de petróleo haciendo que se disparase su precio y dificultando la recuperación de la economía mundial tras la recesión."

Así concluye la información.

Para mí resulta increíble que el temor a un ataque se deba a las consecuencias que puede tener en el precio del petróleo y en la lucha contra la recesión. No albergo, por mi parte, la menor duda de que la capacidad de respuesta convencional de Irán provocaría una feroz guerra, cuyo control escaparía de las manos de las partes beligerantes y la misma se tornaría irremediablemente en un conflicto nuclear global. Es lo que vengo sosteniendo.

Un significativo despacho de la AFP afirma que, "El ex primer ministro británico Tony Blair advirtió este miércoles que la comunidad internacional podría no tener otra alternativa que la opción militar si Irán desarrolla armas nucleares, en una entrevista con la BBC con motivo de la llegada de sus memorias a las librerías."

Y continúa:

"‘Pienso que no hay alternativa a esto si continúan desarrollando armas nucleares. Deben recibir este mensaje alto y claro’, agregó haciéndose eco de una amenaza que ya han blandido varias veces Estados Unidos e Israel." concluyó Blair.

Claro, si están fabricando armas nucleares ellos no tienen ninguna prueba ni la pueden tener, porque lo que están es usando unos centros de investigación, haciendo investigaciones; no tienen, hasta dentro de uno o dos años, como ellos mismos han declarado, material para empezar a fabricar una bomba. Esto, sin tomar en cuenta que los fabricantes de armas nucleares tienen 25 000 armas nucleares, sin contar las convencionales inimaginables. No tienen pruebas para ello, se trata de un centro de investigación. ¿Es una razón para atacarlos? Tener una planta que produzca energía eléctrica, partiendo del uranio, es algo que no constituye un delito, y para ellos es una prueba de la fabricación de armas. Ya lo hicieron, lo hicieron en el 1981 contra un centro de investigación iraquí, y lo hicieron en el 2007 contra un centro de investigación sirio; de ese no se habló, es una especie de misterio por qué no se habló. Porque hay cosas terribles que ocurren de las que no se habla y nadie las publica.

Bueno, esas son las pruebas, porque se habla de atacar esos reactores y esos centros de investigación. Por eso no hay que dejarse confundir con la palabrita de "si intentan" fabricar armas nucleares.

Un despacho noticioso de la agencia ITAR-TASS comunica que: "Las sanciones contra Irán no reportarán un resultado deseado, el problema iraní no debe ser resuelto por ningún método de fuerza. Así manifestó hoy el jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov en su intervención ante estudiantes del Instituto —qué casualidad— de Relaciones Internacionales MGIMO."

Y continúa el cable:

"Partimos de que ningún problema mundial debe resolverse por métodos de fuerza, señaló. Lavrov llamó la atención a la postura del presidente de EE.UU., Barack Obama, en relación con Irán, particularmente, la involucración de Irán en el proceso negociado. Saludamos una normalización de las relaciones entre EE.UU. e Irán, acotó."

Estimo que Rusia no es solo miembro del Consejo de Seguridad con derecho a veto, sino también un poderoso país cuya opinión no puede ser ignorada. Independientemente de que en esa Resolución del 9 de junio, todos los que tienen derecho al veto apoyaron la Resolución. Turquía y Brasil no la apoyaron, y Líbano se abstuvo. Ese era un momento de gran importancia, porque la Resolución quedó aprobada, la que autoriza la inspección de los mercantes iraníes y además establecieron un plazo, decían 90 días, hay algunos que dicen que el 9 se vence, otros que el 7. Además dice que ese día tenían que informar si acataron o no.

Ahora hay que ponerse a esperar a ver qué hacen dentro de esta situación, cómo valoran la opinión mundial, qué efecto tendrá, si inventan otro plazo o no, si declaran que no lo van a hacer, o si ratifican que lo van a hacer, podrá tardar más o menos, no puede ser mucho tiempo.

Les recomiendo que estemos atentos, que les pidamos a nuestros medios de información que nos comuniquen, para seguir de cerca la situación.

Gracias a los medios electrónicos hay personas en el mundo, un número creciente de personas, que se informan, porque no pueden impedirlo, independientemente de que las agencias noticiosas y los grandes medios de información en manos de poderosas empresas capitalistas, guarden silencio, el mundo se está enterando. Se los digo por la cantidad de mensajes que llegan. Yo les leí una opinión que escogí: es a las 4:52, a las 4:54, otra a las 4:55, los compañeros que recogen explican que llegan de todas partes del mundo, no solo de América Latina. Es imposible recogerlos y comentarlos, tenemos una idea de los estados de opinión, de la credibilidad que le dan o no, y les puedo decir que dan una credibilidad grande, como ustedes se la están dando. Se ve claro, y eso es decisivo. Es una etapa nueva, nunca se conoció una situación parecida a esta.

Por lo tanto, yo les sugiero a ustedes, y a todos nuestros compatriotas que traten de estar atentos, y a nuestros medios de prensa que informen, porque a veces se guarda un silencio extraño en la prensa internacional y después aparecen, de repente, una serie de noticias. Las que van a venir sucesivamente, cada día son más interesantes.

Nadie puede decir una palabra exacta de lo que va a pasar, porque están desenvolviéndose estos acontecimientos.

¿Qué pasará el 7, el 9, el 15, el 20? Tenemos que hacer nuestros planes, los planes de trabajo, cada uno el suyo. Yo, por mi parte, me concentro; vengo concentrado en esto hace rato, recogiendo cuanta información es posible.

Pero en este problema todos tenemos una parte de trabajo, una parte de responsabilidad que no significa detener las cosas que estemos haciendo.

Además, otro país muy importante, es el último mencionado aquí, porque fue el último cable, fue de ayer por la tarde.

Un despacho de la agencia Reuters dice que: "La Unión Europea presiona a China para que cumpla las sanciones a Irán."

Porque además del acuerdo famoso del 9 de junio, el número 1929, estableciendo las sanciones que mencioné, estas potencias satelitales europeas y de otras partes, impusieron sanciones adicionales para estrangular al país y, en este caso, se estaban quejando con relación a China, también con relación a Rusia sobre lo que harán, pero decía así:

"La responsable de política exterior de la Unión Europea Catherine Ashton, dijo el jueves que ha presionado a China para que se asegure que las empresas chinas no ocupen el lugar dejado por las otras compañías que han abandonado Irán a causa de las sanciones... " No dice cuáles sanciones, si las del Consejo o las de ellos, se debe estar refiriendo a todas, por supuesto.

Cualquier persona honesta puede comprender la complejidad del gravísimo problema que hoy amenaza al mundo.

Compañeros estudiantes universitarios, como en otros tiempos, al parecer lejanos y que a mí me parece fue ayer, les agradezco la presencia y el apoyo moral que ustedes le están ofreciendo a esta lucha por la paz (Aplausos). Los exhorto a no dejar de batallar en esa dirección. En esta, como en muchas luchas del pasado, es posible vencer (Aplausos).

¡Que la vida humana se preserve! ¡Que los niños y los jóvenes disfruten de ella en un mundo de justicia! ¡Que los padres y los abuelos compartan con ellos el privilegio de vivir!

La distribución justa de las riquezas materiales y espirituales, que el hombre es capaz de crear por el fabuloso desarrollo de sus fuerzas productivas, es ya la única alternativa posible.
Muchas gracias.
Septiembre 3 de 2010

(Ovación.)

Wednesday, September 01, 2010

Convocan en EE.UU. a acciones solidarias con los Cinco antiterroristas cubanos




Washington.— Acciones de solidaridad con cinco antiterroristas cubanos prisioneros en Estados Unidos se preparan en este país, al cumplirse próximamente 12 años del injusto encarcelamiento.

El Comité Nacional por la Libertad de los Cinco —como son conocidos a nivel internacional Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González— expresó en un comunicado que el éxito de esta lucha dependerá de la movilización no solo del pueblo de Cuba.

En ese sentido el Comité insistió en que la victoria también se logrará gracias a los que apoyan la causa "en todos los rincones de los Estados Unidos e internacionalmente".

Entre las iniciativas que se proponen están la programación de "manifestaciones de protesta, entrega de folletos o volantes al público, conferencias de prensa con oradores locales, fórum y visitas a sus representantes en el gobierno para solicitarles su apoyo", precisa el texto.

La exposición Desde mi altura, con obras de Antonio Guerrero, será abierta el 3 de septiembre, durante un mes, en Nueva York, mientras en Washington D.C. el próximo lunes se realizará un piquete frente al Buró Gubernamental de Televisión.

En las ciudades de Miami, San Francisco, Los Angeles, Long Beach, Seattle, Chicago, Albuquerque, Milwaukee, Minneapolis, Boston, Philadelphia y Austin se celebrarán diversos eventos desde el 10 hasta el 14 de septiembre.

Además, ya están planificadas acciones importantes en Canadá, Italia, Argentina, Reino Unido y Perú.

El 12 de septiembre de 1998 los Cinco fueron arrestados en Miami en un operativo del Buró Federal de Investigaciones, y a partir de entonces se inició el largo camino de esta injusticia. (PL)

Garantizadas libretas para curso escolar en provincia cubana


Por Freddy Pérez Pérez

Las Tunas (P-26) Las libretas para el próximo período lectivo en esta provincia están garantizadas, pues no hay problemas para que al finalizar agosto queden impresas las 310 mil 190 destinadas a las aulas de los estudiantes tuneros, a juzgar por el actual ritmo de producción.

Así lo informó a periodico26.cu la MSc. Maritza Martínez Amoró, directora de la Empresa Gráfica Integral número 1 (ARTlMPRES), quien valoró el esfuerzo del colectivo, en función de cumplir el compromiso para el presente año, con un considerable ahorro para la economía del país por concepto de la sustitución de importaciones.

Desde mayo hasta la fecha, puntualizó la Directiva, la entidad ha suministrado a los abastecedores 904 mil 800 libretas, de estas 15 mil destinadas al CITMA; 117 mil al Ministerio de Educación Superior (MES); 772 mil 800 para el MINED y 135 mil 190 enviadas hacia la vecina Camagüey. De la cifra total, 637 mil 610 son aseguradas por el Ministerio de Educación para Las Tunas, el 83 por ciento del volumen impreso en los talleres gráficos del territorio.

En esos resultados, junto con los trabajadores gráficos, se destacan las fuerzas movilizadas por el MININT y la FMC, esta última con su presencia en los talleres, para saludar el aniversario 50 de su fundación y contribuir a la entrega de ese valioso material escolar para la educación de sus hijos, nietos... y de toda la familia cubana.
Garantes del volumen realizado y con la calidad requerida, son los 77 trabajadores y los no directos a la producción, que diariamente aportan cuatro horas cada uno por las tardes, con los cuadros administrativos al frente, en ese vínculo necesario para enfrentar las tareas del momento.

La cuantía económica asciende a 196 mil 800 pesos y mejora considerablemente la correlación productividad salario medio en comparación con el año precedente, sobre la base del valor agregado (producción física y almacenada), disminución de los costos y otros indicadores que miden la eficiencia.

Es ponderable que cuando la economía del país está deprimida como consecuencia del recrudecido bloqueo norteamericano impuesto a Cuba y los efectos nocivos de la crisis global provocada por el sistema capitalista, la nación caribeña pueda garantizar estos servicios de educación, para preservar esa conquista de la Revolución.

No caben dudas de que el venidero septiembre los educandos irrumpirán en las calles con sus mochilas llenas de libretas, libros, uniformes nuevos y el futuro asegurado, gracias al trabajo de hombres y mujeres que aplazaron sueños y descanso veraniego, en pos de sus semejantes.